Definición de Budismo
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Se le conoce como religión, sin embargo, es un conjunto de prácticas filosóficas y espirituales que conduce al ser humano a un estilo de vida más consciente y más armonizado con su humanidad.
El budismo no cuenta con la figura de un solo Dios o distintos dioses, de hecho su filosofía es no teísta, no cuenta con una estructura o un dogma en particular.
Sus enseñanzas están diseñadas para lograr un crecimiento personal y espiritual, así como también la transformación mental, lo cual conduce a la persona a un estado de Iluminación o Nirvana.
El budismo nació en la India durante los siglos VI y IV A.C., de allí en adelante se propagó al este de Asia, y en la Edad Media decayó su práctica en su país de origen. Actualmente se calcula que existen 500 millones de budistas alrededor del mundo.
El principal fundador de esta práctica fue Siddharta Gautama, mejor conocido como Buda, quien fue un persona normal, no fue considerado un Dios o un enviado divino. Él a través de su deseo por comprender la vida y dejar atrás el sufrimiento, se esforzó por encontrar dentro de sí ese estado de paz e Iluminación que finalmente alcanzó.
Cabe señalar que el término Buda no es un nombre propio, sino que es el adjetivo que se le da a aquel ser que se ha «Iluminado» o ha «despertado a la realidad».
Un poco más sobre Buda
Siddharta Gautama o Buda Gautama vivió hace 2500 años al norte de la India, en un pueblo llamado Kapilavatthu. Por mucho tiempo hizo vida al noreste de la India, en los estados de Bihar y Uttar Pradesh.
Buda pertenecía a la segunda casta hindú, la ksatriya conformada por guerreros y nobles.
La tradición cuenta que una de las primeras contemplaciones de Buda, denominada Los Cuatro Encuentros, en las que vio por primera vez a un anciano, a un enfermo, un cadáver y un asceta, le dieron pie para realizar una búsqueda personal y conocer las causas del sufrimiento.
De allí en adelante se unió a un grupo hindú llamado los sramanas (compuesto por vagabundos religiosos), renunció a todos sus bienes y siguió las prácticas de los ascetas.
Tiempo después se propuso a entrar en un profundo estado de meditación con la finalidad de alcanzar la Iluminación, en ese estado pasó por tres etapas:
- El estado de «Sabiduría”, en el cual pudo contemplar las cosas como realmente son
- La fuente de “Compasión” o Amor, la cual se manifiesta para el beneficio de todos los seres
- La liberación de las energías mentales y corporales, puestas al servicio de la mente consciente
La última prueba que tuvo que atravesar fue el paso de Mara (tendencia maliciosa de los seres samsáricos, conocida como demonio), la cual trascendió a pesar de las tentaciones, finalmente logró ser libre de aferrarse a sus pasiones humanas, sin necesidad de luchar en contra de ellas.
El final de este ciclo lo llevó al Nirvana, un estado de Iluminación en el que ya no volvería a ser el mismo de antes, este es un estado difícil de describir en palabras, sin embargo, se puede decir que es una liberación de las ataduras que limitan nuestra conciencia.
Este conocimiento llevo a Buda a recorrer el norte de la India para compartir las enseñanzas de su recorrido, muchos discípulos despertaron también a ese estado de conciencia, que se fue expandiendo desde los discípulos hacia otras personas, propagándose de generación en generación, y de territorio en territorio hasta nuestros días.
Por mucho tiempo estos conocimientos se transmitieron a otros de manera oral, no fue sino 400 años después de la muerte de Buda que comenzaron a surgir los primeros textos que contemplan sus experiencias, aprendizajes, reflexiones y enseñanzas.
Muchos de estos textos sobre Buda contienen simbolismos en forma de historias, mitos y leyendas, que sirven a los seguidores como una guía para elaborar sus propias metáforas y reflexiones sobre sus procesos de vida.
Las enseñanzas de Buda se conocen en el Oriente como Buda Dharma, que en español significa “La enseñanza del Iluminado”.
Sin duda Buda es un maestro espiritual para millones de personas en el mundo oriental.
Conociendo más sobre las prácticas budistas
El budismo se diferencia de las prácticas y filosofías teístas, no se basan en rituales ni oraciones, reconocen que el instrumento de cambio es la mente, por lo que su práctica fundamental es la meditación.
A través de la meditación el ser humano adquiere una mayor comprensión de sí mismo y del mundo que le rodea, desarrolla cualidades como bondad, conciencia y sabiduría, así como también le permite adquirir calma y concentración, le hace ser una persona amable, amigable, amorosa, compasiva consigo misma y con su entorno.
En ese estado más calmo y armonioso, la persona alcanza felicidad y ecuanimidad en su vida cotidiana.
Vale decir que la vida está en constante movimiento, los cambios son inevitables, y el ser humano es susceptible a esos cambios. En el mundo occidental, la mayoría de las personas tienen un ritmo acelerado de vida, que le impide tomar consciencia del momento presente, viviendo sus vidas en automático.
Es por ello que estas prácticas allanan el camino hacia una vida mejor, más feliz y más productiva, no en el sentido materialista de las cosas, sino desde el punto de vista del amor a nosotros mismos, a nuestra esencia y a todo lo que nos rodea.
Además de la meditación, los practicantes aprenden las enseñanzas, a través del estudio de la filosofía de vida dejado por Buda, también se valen de la reflexión y el pensamiento crítico que les permite tener una percepción diferente sobre los acontecimientos y experiencias de la vida misma.
Los budistas no se caracterizan por captar seguidores, las personas que se adhieren a este movimiento es porque así lo desean y quieren hacer cambios positivos y satisfactorios en sus vidas, ellas se benefician ya que los budistas ponen a la orden sus enseñanzas.
Existen personas que no adquieren completamente la filosofía budista, sin embargo toman todo aquello que les pueda servir para mejorarse a sí mismos.
Algunas enseñanzas budistas
- La luz se encuentra en tu interior: alcanzar la luz es alcanzar el Nirvana o Iluminación, es un estado libre de deseos y preocupaciones, carente de toda perturbación. Los budistas ven los deseos como impulsos momentáneos que satisfacen al cuerpo, renunciar a ellos no significa castidad sino liberación. Al conectar con la luz interior, el ser humano conecta también consigo mismo, con su esencia libre de condicionamientos, que le permite disfrutar plenamente del presente y despojarse de los obstáculos que limitan su visión.
- La nada es todo: este principio no representa en sí la carencia de algo, sino la existencia de un todo tal como es, libre de condicionamientos, creencias, pautas estereotipos, normas sociales, entre otros, y con este principio podemos medir a todas las personas y cosas que nos rodean, es dejar atrás todo juicio y liberarnos del ego.
- El presente, un antídoto contra la ansiedad: lograr este principio es liberarse del samsara, el cual no es más que un ciclo de sufrimiento que se repite una y otra vez. Sucede cuando las preocupaciones agobian a la persona, cuando quiere hacer algo y no lo hace o cuando lo hace y se arrepiente de hacerlo.
Liberarse del samsara no es tarea fácil, puesto que hay que romper ese círculo de sufrimiento, y nuestros condicionamientos y limitaciones constantemente se interponen, es por ello que se debe ir a la raíz del problema, y esta consiste en hacer toma de conciencia de manera constante.
Puede que al principio no se alcance el Nirvana, sin embargo, se logra avanzar en la medida que la persona descubre qué hace, por qué lo hace, para qué lo hace, y qué siente cuando lo hace, reflexionar sobre estos temas abre las puertas del individuo para romper esas cadenas.
Escuelas Budistas
Existen tres (3) tipos de escuelas, que fueron clasificadas según las instrucciones de Buda:
- Theravada: llamada también “Escuela de los mayores” o “Escuela de los ancianos”, es para las personas que deseen evitar el sufrimiento y recibir enseñanzas sobre causa y efecto.
- Mahayana: conocida también como “Gran camino” o “Gran vehículo”, es para aquellas personas que quieren hacer más por otras, se les enseña sobre la compasión y la sabiduría. También esta escuela considera que una vida no monástica es tan útil como la vida monástica.
- Vajrayana: conocida también como “Camino del diamante” o “tántrica”, es para las personas que confían en su naturaleza búdica y en la de otros. En esta escuela se le da importancia a una vida monástica.
Conceptos de Karma y Dharma
Estos dos conceptos son comúnmente manejados por los practicantes del budismo, el Karma está regido por la Ley de causa y efecto, y está definido como causalidad, acción intencionada o condicionamiento.
De acuerdo con la teoría budista, el karma sucede cuando se produce una acción intencional, y ésta a su vez crea uno o varios efectos, generando circunstancias como frutos de dicha acción.
El karma se crea en pensamientos, palabras y obras.
Por su parte el Dharma representa el soporte o apoyo, así como también la auténtica naturaleza de la realidad.
Las enseñanzas budistas están encaminadas a guiar a sus seguidores a encontrar el Dharma, éstas señalan el camino a seguir, sin embargo, es al practicante a quien le corresponde ahondar dentro de sí mismo, a través de una investigación y práctica personal para poder experimentarlo.