Significado o concepto de la palabra Números
La palabra proveniente del latín numĕrus, se refiere a la expresión de una cantidad relacionada a su unidad. Es, por ende, un signo o un conjunto de signos.
Uno (1), dos (2), tres (3), cuatro (4), cinco (5), seis (6), siete (7), ocho (8), nueve (9) y cero (0) son llamados los números naturales. Sin embargo, cabe destacar que algunos matemáticos no consideran al cero como un número natural.
Así, también podemos mencionar a los conocidos números romanos que son aquellos que dan forma al sistema de numeración creado en la Antigua Roma, los cuales están conformados por letras en mayúsculas y que representan distintas cantidades.
Por ejemplo, la V es igual al número 5, la L corresponde al 50, la D equivale a 500, la M es igual a 1000 y la X corresponde al número 10.
Al igual, existen los conocidos números ordinales, los cuales se emplean para establecer un conjunto ordenado, y para otorgarle un orden a una secuencia concreta. Estos números son expresados como primero, segundo, tercero, cuarto… y así sucesivamente.
A todo esto, también podríamos mencionar el hecho de que existen una serie de números que son considerados como números con misterios encerrados o que están relacionados con algún elemento específico.
Así, por ejemplo, el 666 se suele asociar con Satanás, tal y como queda patente en el Apocalipsis del Nuevo Testamento.
Por otro lado, se conoce como número a una cierta cantidad de personas o cosas (Por ejemplo, “Los espectadores se acercaron en gran número”); a las ediciones sucesivas de una publicación periódica (“El próximo número de la revista tendrá 150 páginas”); y a las partes o actos de un espectáculo (“El número del payaso fue el más divertido”).
Además, se conoce como número al billete de lotería o de una rifa: “Si sale sorteado mi número, me compro un auto nuevo”.
Es importante resaltar que Números es un libro de la Biblia cual forma parte del Antiguo Testamento, entre Levítico y Deuteronomio. Al pertenecer al Pentateuco, Números es adjudicado a Moisés y se considera que ha sido escrito cerca del año 1.300 a.C.
Asimismo, en el campo de la gramática, un número es una categoría gramatical que expresa la singularidad y pluralidad de una palabra. Dentro del número, se distingue el singular, que comprende un solo ser u objeto, y el plural, el cual indica uno o más conjuntos.
Conjuntos Numéricos
En la era del nacimiento de la civilización, las personas experimentaban la necesidad de contar, inventando por ende los números, como, por ejemplo, los números romanos o arábigos (Originarios de Europa).
Estos últimos mencionados, son los símbolos más utilizados para representar números, los cuales son 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 0.
Los números son agrupados en conjuntos o diversas estructuras. Cada conjunto de números encierra al anterior, y es más completo que éste y con mayores posibilidades en sus operaciones.
Estos conjuntos de números, están clasificados en: números naturales (N), los cuales son los más comúnmente usados para contar.
Se trata de números positivos y sin parte decimal (0,1, 2, 3,…). Los números enteros, engloban a todos los números naturales y sus opuestos; es decir, los números negativos (-2,-1,0, 1, 2…).
Luego se encuentran los números racionales, aquellos que se pueden expresar como cociente de dos números enteros.
El conjunto de los números racionales, representados por la letra Q, está compuesto por los números enteros y por los fraccionarios (en forma de fracción). Luego, están los números irracionales, los cuales son los números que poseen infinitas cifras decimales (3, 66666…)
Los números reales, encierran a todos los números anteriormente mencionados. Cubren la recta real y cualquier punto de esta es un número real.
Los números reales no están ordenados de manera que se puedan ordenar de uno en uno; en otras palabras, no existe “el siguiente” de un número racional, debido a que entre dos números racionales cualesquiera, hay infinitos otros números.
Y, por último, existen los números imaginarios. Estos se producen al extraer la raíz cuadrada de un número negativo. Y los números complejos, que están integrados por todos los números reales y todos los imaginarios.
Historia
Desde el punto de vista del proceso cognitivo del ser humano, el concepto de número está asociado a la habilidad de contar y, para comparar cual de dos conjuntos de entidades similares tiene mayor cantidad de elementos.
Las primeras sociedades humanas se dieron cuenta rápidamente, del problema de determinar cuál de dos conjuntos era “mayor” que otro, o de saber con precisión cuantos elementos formaban una colección de cosas.
Esa problemática podía solucionarse fácilmente contando. Esta habilidad del ser humano, no es un fenómeno sencillo, aunque la mayoría de las culturas poseen sistemas de conteo que llegan mínimo, al centenar.
Algunos pueblos con una cultura material simple, sólo disponen de términos para los números 1, 2 y 3 y normalmente utilizan el término “muchos” para cantidades más grandes, y cuando es necesario, usan recursivamente expresiones traducibles como “3 más 3 y otros 3”.
El uso de los números debió de haber tenido su origen mediante el conteo de objetos físicos (tales como montones de piedras) y de marcas de cuenta, como las encontradas en huesos tallados.
El de Lebombo, con 29 muescas grabadas en un hueso de babuino, posee unos 37.000 años de antigüedad.
Mientras que otro hueso de lobo encontrado en la antigua Checoslovaquia, posee 57 marcas dispuestas en cinco grupos de 11 y dos sueltas. Se ha estimado que data de unos 30.000 años de antigüedad.
Ambos casos forman parte de una de las más antiguas marcas de cuentas conocidas, a pesar de que existe la teoría de que pudiesen ser registros de fases lunares.
En cuanto a los números ordinales, según varias teorías, su origen proviene de algunos rituales religiosos.
Los sistemas numerales de la mayoría de las familias lingüísticas reflejan que la acción de contar estuvo relacionada con el conteo de los dedos (razón por la cual los sistemas de base decimal y vigesimal son los más abundantes), a pesar de que están certificadas la utilización de otras bases numéricas además de 10 y 20.
El avance hacia los símbolos numerales, al igual que la escritura, apareció a medida que las sociedades se tornaron más complejas, y estuvieron conformadas por instituciones centralizadas, estableciendo artificios burocráticos de contabilidad en registros tributarios y de propiedades.
El origen de estos se situaría en unos primitivos símbolos con distintas formas, que eran utilizados para el conteo de varios tipos de bienes como los que fueron encontrados en Mesopotamia inscritos en tablillas de arcilla, las cuales, fueron sustituyendo eventualmente el conteo de los diferentes bienes utilizando fichas de arcillas (constatadas al menos desde el 8000 a. C.)
Los símbolos numerales más antiguos encontrados, provienen de las civilizaciones mesopotámicas. Se usaban como sistema de numeración, y no solo para la contabilidad o el comercio sino además para la agrimensura o la astronomía como, por ejemplo, registros de movimientos planetarios.
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