Concepto, significado o Definición de Vitamina
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En su etimología, se trata de una palabra compuesta, formada por el vocablo “vita” del latín, que significa “vida” y “amina” (compuesto químico); término generado de las investigaciones de Casimir Funk, Bioquímico estadounidense de origen polaco que acuñó el término, para hacer referencia a las sustancias esenciales presentes en los alimentos.
Por definición, hace referencia este término, a sustancias orgánicas presentes en los alimentos y que, en cantidades muy pequeñas, contribuyen al buen funcionamiento del organismo en los seres humanos.
Igualmente se les define como compuesto orgánico heterogéneo que se encuentra en los animales en pequeñísimas cantidades, pero que son necesarios para el correcto funcionamiento orgánico. Actúan como coenzimas y grupos prostéticos de las enzimas, recibiendo sus nombres distintivos mediante letras mayúsculas.
También se les considera micronutrientes u oligonutrientes que forman parte de los alimentos y que son imprescindibles para las funciones orgánicas.
La mayoría de las vitaminas, no son elaboradas por el organismo, por lo que deben ser ingeridas a través de una alimentación balanceada, sobretodo variada, ya que no existe un alimento que las contenga todas.
Importancia del consumo equilibrado de las vitaminas
Estos nutrientes, funcionan como catalizadores o enzimas, indispensables para la regulación y activación de diversas funciones del cuerpo, en la formación de tejidos, producción de células de la sangre y material genético, actuando como hormonas y sintetizando sustancias químicas para el sistema nervioso.
El consumo insuficiente de frutas, verduras, legumbres, lentejas, granos integrales y productos lácteos enriquecidos puede incrementar el riesgo de problemas de salud, entre ellos enfermedad cardíaca, cáncer y salud ósea deficiente (osteoporosis), entre otros.
Un desequilibrio vitamínico, por defecto, produce avitaminosis (falta de vitaminas), la cual, ocasiona patologías o trastornos graves como raquitismo, esterilidad o pérdida de la capacidad de coagulación de la sangre.
La hipervitaminosis, que consiste en la acumulación excesiva de una determinada vitamina, también ocasiona ciertos trastornos, tales como, mareos, náuseas, cefaleas, dolor en los huesos, visión borrosa, cansancio; ésta se origina por el consumo excesivo de suplementos sintéticos o farmacéuticos.
Cada etapa de la vida tiene unos requerimientos nutricionales asociados a la ingesta de determinadas vitaminas, para garantizar “calidad de vida” y “optimizar las funciones vitales”.
Vitaminas asociadas a ciertas etapas de la vida
- Durante la infancia, es vital una alimentación completa y balanceada (variada) que sume al desarrollo, ya que es la etapa en que requieren para la formación de huesos y dientes, el calcio; ácidos grasos para la producción de células y regular las funciones del sistema nervioso. También es importante, el consumo de: vitaminas A, C, D y E; así como, hierro, potasio, magnesio y zinc. Estos son proporcionados por la leche, es el alimento básico en los niños a esta edad, Carnes, Pescado, Grasas vegetales, Huevo, Frutas y verduras, Legumbres, cereales y pastas.
- En la adolescencia, no deben faltar el calcio y la vitamina D fundamentales para el desarrollo óseo. Por ello, en su dieta no debe faltar: Salmón, Hígado, Atún, Yema de huevo, algunos quesos, así como, la leche.
- En la adultez joven, Vitaminas A y D: en lácteos enteros, grasas lácteas mantequilla, nata, yema de huevo, vísceras. El betacaroteno se transforma en vitamina A en nuestro cuerpo cuando éste lo necesita y se encuentra principalmente en: verduras de hoja verde, y frutas y verduras de color amarillento, anaranjado y rojizo. También son importantes, el Ácido fólico, Las vitaminas B12 (Cobalamina), B1 (Tiamina), B2 (Rivoflavina) B6 o piridoxina; así como, biotina y ácido pantoténico.
- El adulto mayor, cuando el cuerpo envejece, corre el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, cáncer, enfermedad de Parkinson, cataratas y otros trastornos. Estas, así como las arrugas y la falta de elasticidad en la piel pueden prevenirse con los antioxidantes, que ayudan a neutralizar los radicales libres y a nuestro sistema inmune a funcionar correctamente Las vitaminas A, C, E, D, al igual que el calcio (que se requiere para mantener los huesos sanos) son de vital importancia en esta etapa. Para prevenir el Alzheimer y los problemas circulatorios o de coagulación, la vitamina K es indispensable.
Embarazo, lactancia y menopausia: Etapas demandantes en la vida en la mujer
Alimentarse de manera saludable es la mejor inversión que se puede tomar durante toda la vida, pero esta elección es especialmente necesaria cuando la mujer está embarazada.
En este caso, las vitaminas se convierten en las grandes aliadas que brindan los nutrientes necesarios para evitar que ocurra un parto prematuro o de que el bebé nazca bajo de peso o con áreas de su cuerpo, como la columna vertebral y el cerebro, sin desarrollar.
Toda futura mamá debe tener una alimentación balanceada e incluir en su dieta todos los grupos alimenticios como las carnes, las frutas, las verduras, los lácteos, los vegetales y las grasas.
No obstante, debe tomar suplementos vitamínicos como el hierro, ácido fólico y yodo, y el calcio, el zinc y las vitaminas A, C y D, que normalmente no se obtienen en suficientes cantidades mediante una dieta común.
Una alimentación apropiada y la ingesta de vitaminas previenen que el cuerpo de la futura mamá se deteriore o debilite.
En la lactancia, La producción de la leche materna implica un aumento en la ingesta de alimentos y nutrientes para satisfacer las cantidades recomendadas de vitaminas y minerales.
Es importante en esta etapa, el consumo de Vitaminas del grupo B, Hierro, Calcio, Vitamina C, D, Ácido fólico.
Algunos estudios revelan que la única vitamina que las lactantes deben consumir es el “Yodo”. Esto, con el fin de garantizar las dosis adecuadas presentes en la leche materna, para evitar que un déficit del mismo, genere trastornos en el desarrollo psicomotor e intelectual de los niños.
¿Cuáles vitaminas se deben consumir durante la menopausia?
Uno de los trastornos más habituales de la menopausia son los problemas óseos, como las fracturas o la osteoporosis. Para reforzar los huesos en esta etapa lo mejor es proporcionar a nuestro cuerpo un extra de calcio; en conjunto las vitaminas D, K2 y magnesio, para garantizar la absorción adecuada del calcio.
Para reforzar las defensas, además de que ayuda a producir más estrógenos, la vitamina C; la vitamina E, alivia los sofocos y la irritabilidad, ayuda a prevenir el insomnio, tan frecuente en esta etapa; hay estudios que la relacionan con una menor incidencia del cáncer de mama. Por su parte, la vitamina B6 reduce la hinchazón.
Las vitaminas son indispensables y grandes aliadas para el funcionamiento óptimo del organismo y garantizar “calidad de vida” en todos los períodos del desarrollo humano.